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Mediación Familiar solución de conflictos

Solución de conflictos dentro del ámbito de la familia.

La mediación familiar es una forma alternativa de solución de conflictos dentro del ámbito de la familia, en la que interviene un profesional, el mediador, que es una persona totalmente imparcial y que con su labor lo que hace es propiciar que las propias partes puedan llegar a acuerdos que faciliten la vía judicial en caso de que haya que ir a ella o bien, que faciliten la convivencia entre las partes para evitar posibles problemas judiciales.

Mediación familiar

La mediación familiar es una forma alternativa de solución de conflictos dentro del ámbito de la familia, en la que interviene un profesional, el mediador, que es una persona totalmente imparcial y que con su labor lo que hace es propiciar que las propias partes puedan llegar a acuerdos que faciliten la vía judicial en caso de que haya que ir a ella o bien, que faciliten la convivencia entre las partes para evitar posibles problemas judiciales.

 

Se trata de un procedimiento extrajudicial y muy flexible en el que el mediador o los mediadores, según el caso, propicia que las partes consigan llegar a acuerdos satisfactorios para todos, y, por lo tanto, sean fácilmente llevados a la práctica por todas las partes porque van a ser ellas mismas las que, gracias a la labor del mediador, encontrarán la solución más idónea a sus problemas.

 

El proceso de mediación consiste en una serie de sesiones en las que las partes firman un acuerdo de confidencialidad junto con el mediador, exponiendo cual es el conflicto que existe entre ellas y en el que de una forma flexible y eficaz gracias a la labor del mediador, las partes adquieren compromisos que llevan a la resolución de sus conflictos.

 

La mediación puede darse antes de la vía judicial, durante un procedimiento que ya este en curso, en cuyo caso hay que suspenderlo siempre con el plazo máximo de 2 meses que marca la ley, o bien como forma alternativa a la vía judicial, los límites de la mediación están marcados por las leyes, por lo que es muy importante que el profesional mediador las conozca para poder guiar a las partes en el alcance de acuerdos que posteriormente puedan homologarse judicialmente si es el caso.

 

El caso más común se da en los divorcios con hijos, donde la mediación consigue que sean menos traumáticos para las partes y, sobre todo, para los hijos.

 

Ventajas de la mediación sobre el proceso judicial:

    •  La mediación aligera los costes, tanto económicos como emocionales, y a la larga supone un beneficio tanto para las partes en conflicto como para los profesionales que intervienen junto con ellos en los procesos judiciales abiertos o a iniciar.
    • Las partes mantienen en todo momento el poder de decisión sobre el conflicto, sin que decida un tercero por ellos.
    • Evita que las relaciones entre los afectados se deterioren y procura preservarlas y mejorarlas de cara al futuro. Además, se pueden fijar unos controles periódicos para ir modificando paulatinamente lo que las partes consideren oportuno según vayan cambiando las circunstancias.
    • La mejor garantía de cumplimiento de los acuerdos es que las partes los han asumido de forma voluntaria.
    • En el caso de que no se llegue a un acuerdo sobre la totalidad del conflicto, se pueden alcanzar acuerdos parciales que posteriormente van a facilitar el camino de la vía judicial.
    • La vía judicial siempre queda abierta para el caso de no llegar a ningún acuerdo e incluso para homologar el acuerdo alcanzado.

    • Como criterio orientador se establece un máximo de 6 sesiones de aproximadamente una hora, por lo que la resolución del conflicto puede llevarse a cabo en un periodo de tiempo relativamente corto en comparación a cualquier procedimiento judicial.
 

La mediación supone una mejora en el acceso a la justicia y un complemento a la misma porque propicia el diálogo entre las partes que, en muchas ocasiones, ha desaparecido completamente. Además, es la forma ideal para solucionar aquellos temas familiares que, por tratarse de asuntos personales no encuentran el camino ideal en la vía judicial.

 

En definitiva, la mediación no pretende evitar la vía judicial cuando no queda más remedio que acudir a ella, pero si facilitar el camino para conseguir una resolución más rápida y efectiva del problema en cuestión.

“En la mediación encontrarás la solución”.

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